Con la entrada en vigencia de la Política de Acceso Abierto, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo – ANID reafirma su compromiso con la comunidad para hacer circular el conocimiento generado con fondos públicos. En este sentido, el modelo diamante se ha convertido en uno de los principales mecanismos para fomentar el acceso a la producción científica en la región.

Una serie de equipos editoriales de revistas académicas se han sumado a este propósito y Chile no es la excepción. Congresos, seminarios, charlas, conversatorios y variadas actividades -tanto a nivel nacional como internacional- se realizan año a año para exponer y discutir los desafíos existentes en materia de calidad e impacto del trabajo científico.

Recientemente fue el caso de Toluca en México, ciudad que reunió a editoras y editores de revistas científicas, investigadores e investigadoras, expertos y expertas en acceso abierto de más de 60 países en la Cumbre Global sobre Acceso Abierto Diamante. En esta oportunidad, Bárbara Rivera, analista de Monitoreo del Departamento de Gestión del Conocimiento, Monitoreo y Prospección de la Subdirección de Redes, Estrategia y Conocimiento de la ANID, participó en el panel La calidad editorial y la construcción de comunidad en las revistas científicas. Ahora nos relata su experiencia y expertise en esta temática:

• ¿Qué tendencias globales en edición científica se pueden resaltar de la IV Cumbre Global de Acceso Abierto Diamante realizada en Toluca en octubre pasado?

La conversación de la IV Cumbre fue de carácter  internacional y se desarrolló principalmente alrededor del Acceso Abierto Diamante como un concepto y también como una práctica. Se discutieron los modelos de negocio y las infraestructuras abiertas necesarias para operacionalizar el Acceso Abierto Diamante y también se abordaron los principios, ideales y políticas que han inspirado y guían el despliegue de este modelo.

• ¿Qué implica el modelo diamante como mecanismo en prácticas de acceso abierto?

El modelo de Acceso Abierto Diamante implica la recuperación de todo el ciclo de la producción científica por parte de las comunidades académicas; lo que en la práctica significa que la comunidad gestiona el proceso en su totalidad, desde la creación de una idea hasta su publicación. Asimismo, este modelo es altamente coherente con las prácticas de ciencia abierta porque promueve compartir datos, publicaciones y la creación de infraestructuras abiertas.

• ¿Cuál es la importancia de seguir el modelo diamante en edición científica y qué impacto tiene para la comunidad CTCi?

Este modelo es una de las opciones existentes para aplicar los principios y prácticas de ciencia abierta en la edición y publicación científica. El impacto que considero más importante para la comunidad CTCi es la soberanía sobre los propios conocimientos, cuya producción, en la mayoría de los casos en América Latina, está financiada por fondos públicos. En otras externalidades, este modelo permite instalar a la edición científica y especialmente a las revistas como una de las tareas relevantes de la universidad y de otras entidades que generan conocimiento.

• ¿Qué experiencias de la región son importantes para resaltar y seguir desde los equipos de edición de revistas académicas?

En general, la región en su conjunto ha sido la inspiración para el Norte Global. Un ejemplo interesante de este último espacio, y que tuvo un rol muy preponderante en la IV Cumbre, es Francia.

• ¿Cómo la ANID se suma a estas corrientes globales para impulsar el acceso abierto al conocimiento?

Desde la creación de la CONICYT en 1967, específicamente a través del Programa de Información Científica, ha existido una preocupación por el acceso y la difusión del conocimiento producido y editado en Chile. Por ejemplo, en 1998 Chile fue el segundo país de América Latina en instalar la metodología de edición científica de SciELO (colección en acceso abierto que cuenta actualmente con 136 revistas en múltiples disciplinas) y el Fondo de Publicación de Revistas Científicas (FPRC) que, desde 1988, ha tenido como propósito apoyar la edición nacional de revistas científicas y fomentar prácticas de innovación. Además, la corporación CINCEL, de la que ANID es su Secretaría Ejecutiva, ha asegurado, desde 2002, el acceso a información científica de corriente principal. Por último, desde la creación de ANID en 2019, se ha renovado el compromiso a través del trabajo de la Subdirección de Redes, Estrategia y Conocimiento con instrumentos como los InES Ciencia Abierta, el Consorcio ORCID-Chile creado en 2022 y la implementación de la Política de Acceso Abierto vigente también desde ese año.

• ¿Qué rol cumple el Fondo de Publicación de Revistas Científicas financiado por ANID para impulsar el modelo diamante de acceso abierto?

Desde 1988, año de su creación, el Fondo de Publicación de Revistas Científicas (FPRC) ha apoyado la edición científica de revistas chilenas. Las líneas de financiamiento de este instrumento han cambiado con el contexto de producción y difusión del conocimiento tanto a escala global como nacional. Entre los resultados más significativos está la creación de comunidades profesionales que han avanzado en la implementación de modelos de gestión y financiamiento colectivos, en el posicionamiento de las revistas científicas en las universidades (principal entidad editora de revistas en nuestro país) y, actualmente, en la adopción de prácticas y la generación de infraestructura que facilite la implementación de criterios de ciencia abierta en la edición de revistas científicas.

• ¿Qué importancia tiene la creación de comunidades en torno a la edición científica para promover el acceso abierto diamante?

La creación de comunidades en torno a la edición de revistas científicas, sobre todo las profesionales y técnicas, es esencial para la sustentabilidad del modelo; el que necesita de capacidades permanentes instaladas en las entidades editoras y estar en constante perfeccionamiento.